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La junta de directores del Drug Policy Alliance anunció hoy su decisión unánime de nombrar a Maria McFarland Sánchez-Moreno como la nueva directora ejecutiva de su organización.
McFarland Sánchez-Moreno viene con trece años de experiencia en política de drogas a nivel nacional e internacional como miembro de Human Rights Watch, donde actualmente ocupa el puesto de Co-Directora del Programa de los EE.UU.
McFarland Sánchez-Moreno sucederá al fundador del Drug Policy Alliance, Ethan Nadelmann, quien renunció el 1 de mayo luego de 17 años como director ejecutivo.
Ira Glasser, Presidente de la Junta del DPA, expresó "Nos alegra haber encontrado una persona con tal pasión por revertir y remediar los efectos destructivos de la guerra contra las drogas, que cuenta además con el conocimiento, la experiencia y la persistencia para hacerlo".
El compromiso de McFarland Sánchez-Moreno con la justicia social y con las reformas de la política de drogas se remonta a su niñez, mayormente vivida en el Perú. También la marcó fuertemente su trabajo inicial en Human Rights Watch, como investigadora encargada de Colombia, donde el dinero de las drogas ha alimentado masacres y corrupción institucional. En su puesto actual McFarland Sánchez-Moreno lidera un equipo que lucha contra la discriminación racial de la policía, la aplicación de penas excesivas, y políticas de deportación injustas que destruyen a familias, asuntos todos que se encuentran entremezclados con el manera cruel e irracional que Estados Unidos ha abordado el tema de las drogas.
Durante su período en Human Rights Watch, McFarland Sánchez-Moreno instó a su organización para que trate la guerra contra drogas más directamente como un asunto de derechos humanos. Como resultado, en 2013 Human Rights Watch se convirtió en la primera organización internacional de derechos humanos de renombre que demandó la despenalización del consumo personal y la tenencia de drogas, así como una más amplia reforma al tratamiento global de las drogas.
“La guerra contra las drogas es la raíz causal de muchas de las injusticias que he combatido a lo largo de mi carrera”, señaló McFarland Sánchez-Moreno. “Me siento honrada y encantada de aunarme a la causa de poner fin a la guerra contra las drogas, siendo parte de una organización que ya ha estado detrás de reformas significativas en los Estados Unidos y en el extranjero”.
McFarland Sánchez-Moreno asume el mando del Drug Policy Alliance en un momento paradójico en la lucha por acabar con la guerra contra las drogas. La legalización de la marihuana está avanzando rápidamente en diversos estados, y existe apoyo bipartidista a la reducción del número de personas encarceladas y a la promoción de perspectivas enfocadas en la salud para reducir los daños causados por las drogas. A nivel federal, por otro lado, la nueva administración ha pedido redoblar la guerra contra las drogas, con el llamado del presidente a una mayor puesta en vigor de leyes draconianas y penas mínimas obligatorias, argumentando a favor de la expansión del uso de cárceles privadas, rechazando la restauración del derecho al voto a millones de estadounidenses que cargan con una condena por delito mayor, apoyando la medida policial inconstitucional de la “detención y registro” (“stop and frisk” en inglés) y más aún, aduciendo que la construcción de un muro entre los Estados Unidos y México va a aliviar la reciente alza en las sobredosis por opioides.
“No podemos permitir que una cultura del miedo, la ignorancia, y la falta de honradez acerca del tema de las drogas orienten la política en los Estados Unidos”, mencionó McFarland Sánchez-Moreno. “La misión que lleva el Drug Policy Alliance de educar al público y a los legisladores, y de abogar por un tratamiento racional y compasivo al tema de las drogas es más importante que nunca en este tiempo crítico”.
Las declaraciones de McFarland Sánchez-Moreno aparecen regularmente citadas y sus trabajos publicados en la prensa nacional e internacional. El español y el inglés son sus idiomas nativos. Ha brindado testimonio ante el Congreso de EE.UU. en varias ocasiones y cuenta con amplia experiencia abogando por sus posiciones frente a oficinas del Congreso, la Casa Blanca, y los Departamentos de Estado, de Justicia y de Defensa. McFarland Sánchez-Moreno recientemente terminó de escribir un libro de actualidad titulado There are no Dead Here: A Story of Murder and Denial in Colombia (que se puede traducir al españolcomoAquí No Hay Muertos: Una Historia de Asesinato y Negación en Colombia), que será publicado por Nation Books en febrero de 2018.
Puede ver una foto en alta resolución de Maria McFarland Sánchez-Moreno en el enlace siguiente.
Acerca del Drug Policy Alliance
El Drug Policy Alliance es la organización líder a nivel nacional en la promoción de políticas de drogas cimentadas en la ciencia, la compasión, la salud y los derechos humanos.
El Drug Policy Alliance sostiene que la guerra contra las drogas ha generado más daños que beneficios, promueve políticas para la reducción de los daños causados tanto por el consumo de drogas como por el de su prohibición y busca soluciones que promuevan la seguridad respetando a la vez la soberanía del individuo sobre su propio cuerpo y mente. El Drug Policy Alliance busca asegurar que nuestras políticas internas de droga dejen de arrestar, encarcelar, privar de sus derechos o de cualquier otro modo afectar a millones – especialmente a gente joven y gente de color, los cuales de manera desproporcionada sufren los efectos de la guerra contra las drogas.
Las personas que apoyan al Drug Policy Alliance provienen de diversos ámbitos, de ahí que su Junta de Miembros Honorariosincluya figuras destacadas en ambos extremos del espectro político, tales como individuos reconocidos por su liderazgo en del mundo de los negocios, el derecho, la medicina, el periodismo y la política– desde Sting, Russell Simmons y Arianna Huffington, hasta personas que desempeñaron cargos de Secretario de Estado, Secretario de Defensa, Médico General, Procurador General, y Presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos.