Cocaína y opioides
Tomar cocaína con otras drogas puede aumentar el riesgo de una sobredosis u otros efectos nocivos, especialmente si las otras drogas son opioides. Las drogas opioides incluyen heroína, oxicodona y fentanilo. A veces, las personas se inyectan cocaína y heroína juntas en lo que se llama una "bola rápida". Tomar estas drogas juntas puede ser riesgoso porque la cocaína puede aumentar la frecuencia cardíaca, mientras que la heroína puede ralentizar la respiración en dosis altas. Dado que la heroína a menudo se adultera con fentanilo, las personas pueden sufrir una sobredosis accidentalmente si tienen poca tolerancia a los opioides.
En casos raros, la cocaína ha sido adulterada con fentanilo, un opioide muy potente. En esos casos, sería posible que alguien tuviera una sobredosis accidental si no planeaba usar un opioide o si tiene poca tolerancia a los opioides.
Cocaína, alcohol y estimulantes
A veces, las personas beben alcohol o toman otras drogas depresoras mientras toman cocaína. Los medicamentos depresores también incluyen benzodiazepinas (como Valium® y Xanax®), sedantes y tranquilizantes. Los efectos estimulantes de la cocaína pueden hacer que la persona piense que está más alerta o sobria de lo que está, por lo que puede ser fácil beber demasiado o tomar una dosis más alta de un depresor. En dosis altas, los depresores como Klonopin, alcohol o Xanax pueden provocar somnolencia, pérdida del conocimiento y sobredosis.
Tomar cocaína con otros estimulantes, como MDMA o metanfetamina, puede aumentar los efectos estimulantes de estas drogas. Puede conducir a una sobredosis de estimulantes, también conocida comúnmente como overamping. Este término puede usarse para describir varios efectos, que incluyen presión arterial alta, aumento del ritmo cardíaco, temperatura corporal alta, convulsiones, accidente cerebrovascular o ataque cardíaco. Esto puede ser perjudicial para el corazón, el cerebro y otros órganos. Puede ser fatal.
La gente ha consumido cocaína durante cientos de años. Más información sobre cómo despenalización de las drogas e inversión en salud y centros de prevención de sobredosis puede mantener a las personas más seguras.