Necesitamos un enfoque sanitario de las drogas, no más criminalización. La criminalización y prohibición de las drogas ha llevado a un suministro de drogas inseguro y no regulado que está impulsando la crisis de sobredosis. La posesión de incluso una pequeña cantidad de drogas puede llevar a alguien a la cárcel y cargarlo con antecedentes penales de por vida que le impiden conseguir un trabajo, beneficios públicos o un lugar para vivir. Las muertes por sobredosis de opioides entre personas recientemente encarceladas son 27 veces mayor que la población general en las primeras 2 semanas posteriores a la liberación.

Es tiempo de despenalizar las drogas e invertir en servicios de salud.