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Después de perder a su hijo por una sobredosis de fentanilo, Susan se dio cuenta de que los llamados a adoptar políticas de “mano dura en la frontera” en relación con la droga no ayudarán. La prohibición solo ha llevado a un suministro ilícito más peligroso.
Tras perder a su hijo por una sobredosis evitable, Susan se convirtió en defensora de la despenalización de las drogas para consumo personal. Vio cómo las políticas basadas en el castigo dificultaban que su hijo buscara y accediera a la ayuda que necesitaba desesperadamente.
Después de ver a su hijo luchar y no conseguir la ayuda que necesitaba para su adicción, Susan se dio cuenta de que las políticas sobre drogas deben cambiar. Las personas necesitan tener acceso a tratamientos y apoyos efectivos, no a castigos y barreras.
Susan perdió a su hijo por una sobredosis. Conoce el dolor que supone perder a un hijo y sabe que el dolor de su hijo solo empeoró debido a los sistemas fallidos y las políticas antidrogas.
"Nadie quiere aceptar que su hijo pueda estar inyectándose drogas. No permitirles tener acceso a lo que necesitan no va a detenerlos". La reducción de daños reconoce que las personas consumen drogas y ofrece el apoyo y las herramientas necesarias para mantenerlas con vida y tener una oportunidad de recuperación.
El hijo de Susan quería ayuda para su adicción, pero en su búsqueda se enfrentó a obstáculos tras obstáculos: el sistema legal penal, las compañías de seguros y otros. Las personas que están en dificultades necesitan atención, no más desafíos.
En 2020, Susan Ousterman perdió a su hijo Tyler por una sobredosis accidental de fentanilo y xilacina. Hoy, Susan aboga fervientemente por un enfoque de salud pública para el consumo de drogas con el fin de prevenir las sobredosis, mejorar la salud y salvar vidas.
Todos queremos que las personas que viven con una adicción reciban la ayuda que necesitan. Los investigadores científicos y sanitarios rechazan el “tratamiento” forzado por considerarlo ineficaz o perjudicial. El tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias debería ser voluntario, eficaz, asequible, accesible y atractivo.
California está atravesando una crisis de sobredosis sin precedentes que solo se puede abordar con soluciones basadas en la salud. La Propuesta 36 es una solución falsa que desviaría fondos destinados a tratamientos, servicios para personas sin hogar y otros programas vitales.
La guerra contra las drogas es inmensamente rentable para algunas entidades. Las personas que consumen drogas se han convertido en una de las poblaciones más mercantilizadas y explotadas de una sociedad que demuestra una y otra vez que el lucro con demasiada frecuencia tiene prioridad sobre el bienestar de las personas. Para poner fin con éxito a la guerra contra las drogas y sus daños asociados, tenemos que seguir el rastro del dinero para ver quién se beneficia de respuestas sistemáticamente punitivas.
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