A todos nos preocupamos por la salud y la seguridad de nuestras comunidades. Algunas de las principales preocupaciones que escuchamos incluyen la crisis de sobredosis, la falta de vivienda pública y el uso de drogas, y los problemas percibidos como “molestias”. El uso rutinario de la policía para responder a estas preocupaciones ha contribuido significativamente a que los presupuestos policiales sean excesivos. Ha dado lugar a demasiados incidentes relacionados con el uso innecesario de la fuerza por parte de la policía, incluidos asesinatos. No sólo no ha detenido conductas problemáticas, sino que ha causado problemas aún más profundos. Es importante que invirtamos en comunidades con los recursos que necesitan para prosperar, incluso para volverse más seguras y saludables. La Drug Policy Alliance ha identificado un conjunto de principios rectores diseñados para guiar a los formuladores de políticas y a los gobiernos locales en el desarrollo de equipos de respuesta no policiales.