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| PAGLa prohibición de la marihuana, no la droga en sí, es la culpable de la trágica violencia descrita en el artículo de portada del Daily News.Es Reefer Madness de verdad”, dicen los expertos en políticas de drogas. El artículo, que apareció en la edición del 7 de junio del tabloide de Nueva York, informa que el tráfico de marihuana está “alimentando el tipo de derramamiento de sangre que provocó el crack hace una década”, y que se planea una represión policial más agresiva en respuesta. Pero los críticos de la ley actual sobre la marihuana, señalando numerosos estudios que demuestran que el uso de la marihuana en sí mismo no hace que las personas sean agresivas o violentas, afirman que el crimen resulta enteramente del hecho de que la marihuana es ilegal. “No hay nada inherentemente violento o criminógeno en la marihuana”, dijo Ethan Nadelmann, director del Centro Lindesmith, un instituto líder en políticas de drogas. “La violencia reciente es enteramente resultado de la política de prohibición punitiva de la marihuana en Nueva York”. “Del mismo modo, si criminalizáramos el alcohol o el tabaco de la misma forma que criminalizamos la marihuana, la tasa de homicidios de Nueva York se dispararía”, dijo Nadelmann. "¿Alguna vez has oído hablar de Al Capone?" Nadelmann y otros críticos de las políticas de drogas también señalaron que el Daily News entrevistó exclusivamente a policías y fiscales, quienes afirman que una aplicación más estricta es la respuesta al problema de la marihuana en Nueva York. Otros, no entrevistados para la historia, discrepan rotundamente. “Más de 40,000 personas fueron arrestadas el año pasado en la ciudad de Nueva York por delitos relacionados con la marihuana, casi diez veces más que en 1990, y el resultado es más, no menos, violencia. Debemos abandonar esta locura y buscar alternativas sensatas”, agregó Nadelmann. Nadelmann dijo que las políticas de marihuana en los Países Bajos y un número creciente de otros países europeos ofrecen modelos prometedores. “Los holandeses han elaborado una política de regulación legal de facto de los mercados de cannabis. Su enfoque no es perfecto, pero el resultado es un menor uso de marihuana que en los Estados Unidos, prácticamente sin arrestos por posesión de marihuana y sin delitos 'relacionados con la marihuana'”. |
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