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NUEVA YORK—Hoy, el Departamento de Salud del Estado de Nueva York anunció que expandirá el asediado programa de marihuana medicinal de Nueva York al agregar el dolor crónico como una condición calificada bajo la Ley de Cuidado Compasivo de Nueva York. Esta decisión del Departamento de Salud es una victoria para los defensores de los pacientes y para todos los neoyorquinos que sufren de un dolor debilitante, que se ha comprobado que la marihuana medicinal ayuda a tratar.
"La marihuana medicinal es una intervención científicamente probada para las personas que sufren de dolor crónico y aplaudimos al estado de Nueva York por agregarla como una condición de calificación para acceder a la marihuana medicinal", dijo Alyssa Aguilera, codirectora ejecutiva, VOCAL-NY. "Esperamos ver mejoras adicionales en el programa de marihuana medicinal del estado y, finalmente, la legalización total del cannabis, para que ningún neoyorquino sea criminalizado por poseer y usar la planta".
Desde que el gobernador Andrew Cuomo promulgó el programa de marihuana medicinal de Nueva York en julio de 2014, los defensores han expresado serias preocupaciones sobre las onerosas regulaciones (más de 100 páginas en total) que hacen que el programa de Nueva York sea uno de los más restrictivos del país. Casi 11 meses después de que los medicamentos estuvieran disponibles para el público en el marco del programa, los pacientes y los defensores están complacidos de que el Departamento de Salud haya comenzado a escuchar a los pacientes y a tomar medidas para que el programa sea más accesible para quienes se beneficiarán de este medicamento.
“Estoy muy complacido de escuchar que el Departamento de Salud está avanzando para permitir que los pacientes que sufren síntomas de dolor accedan a nuestro programa de marihuana medicinal. El cannabis se ha estudiado y ha demostrado ser un tratamiento eficaz para controlar el dolor y es una posible alternativa al uso de opioides recetados. Espero que este sea un paso importante para eliminar algunas de las barreras innecesarias que los pacientes con enfermedades crónicas de Nueva York han enfrentado al intentar acceder a este programa. Esperemos que el programa continúe mejorándose y ampliándose para que más neoyorquinos puedan pagar y acceder a esta alternativa segura", dijo Kate Hintz, representante del grupo de defensa de pacientes Compassionate Care NY.
La adición del dolor crónico como condición de elegibilidad es el segundo cambio al programa de marihuana medicinal dentro de su primer año de operación. A principios de este año, el Departamento de Salud emitió 12 recomendaciones para mejorar el programa, incluida la entrega a domicilio, permitir que las enfermeras recomienden la marihuana medicinal y aumentar las marcas y formas disponibles, que están en proceso de implementación.
"Los defensores de los pacientes de Compassionate Care New York están emocionados de saber que el Departamento de Salud agregará el dolor crónico como una condición calificada para el programa de marihuana medicinal. Con la preocupación nacional sobre el uso excesivo de opioides recetados por parte de los estadounidenses para controlar el dolor, es importante que los pacientes puedan acceder a tratamientos alternativos. Esperamos que el Departamento de Salud permita a los médicos de Nueva York determinar en última instancia qué pacientes que sufren dolor califican para el programa y no complicar los criterios. La adición del dolor crónico a nuestro programa actual podría beneficiar a miles de neoyorquinos", dijo el Grupo de defensa de pacientes de Compassionate Care NY.
“La adición del dolor crónico es un paso positivo en la dirección correcta en general”, dijo Kassandra Frederique, directora del Estado de Nueva York de la Drug Policy Alliance. “Si bien siguen existiendo barreras importantes en torno al acceso y la implementación del programa de marihuana medicinal de Nueva York, aplaudimos al Departamento de Salud por dar un giro y poner a los pacientes en primer lugar. Seguimos comprometidos con la expansión y mejora del programa médico y el fin de la prohibición general de la marihuana en el estado de Nueva York.
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