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Declaración de María McFarland Sánchez-Moreno, Director Ejecutivo de Drug Policy Alliance, en respuesta a nuevos informes que las muertes por sobredosis de drogas han disminuido (5.1%) por primera vez desde 1990:
“La modesta caída en las muertes por sobredosis reportadas ofrece cierta esperanza de que el acceso ampliado a la naloxona y otras medidas por las que hemos luchado están dando sus frutos. Pero con casi 70,000 muertes en los EE. UU. solo el año pasado y muchos legisladores que aún adoptan enfoques punitivos fallidos, tenemos un largo camino por recorrer. Es inaceptable que muchas iniciativas críticas de salud y reducción de daños, como los programas de acceso a jeringas, los sitios de consumo supervisados y el tratamiento voluntario basado en evidencia, continúen enfrentando importantes desafíos legales y de otro tipo, cuando en cambio podrían estar salvando vidas”.
Análisis por Sheila Vakharia PhD LMSW, gerente de políticas e investigador de Drug Policy Alliance, quien analizó más a fondo los datos estado por estado y otros factores:
“Tenemos que tomar todo esto con pinzas. Aunque las muertes por sobredosis pueden haber disminuido levemente o estabilizarse a escala nacional, los recuentos aún son preliminares y todavía hay muchos estados donde las tasas aumentaron significativamente. Estos números tampoco revelan el trabajo que queda por hacer para reducir las disparidades raciales en los estados donde las personas negras continúan muriendo a una tasa más alta de sobredosis de opioides que las personas blancas. Si bien el número total de muertes por sobredosis disminuyó en lugares como Washington DC, Iowa y Minnesota, todas estas son jurisdicciones donde las personas negras murieron a una tasa significativamente más alta que los residentes blancos: en DC, la tasa de sobredosis de opioides negros es 7 veces mayor que la tarifa blanca. Las investigaciones continúan sugiriendo que las comunidades negras en muchas partes del país aún luchan por acceder a opciones de tratamiento y reducción de daños que salvan vidas; de hecho, un estudio reciente encontró que los pacientes negros tienen 77% menos probabilidades de recibir una receta de buprenorfina. Es demasiado pronto para dar una vuelta triunfal; tenemos que duplicar”.