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Hoy temprano, los representantes Hank Johnson (D-GA) y Raul Labrador (R-ID) presentaron una legislación para reformar el programa del Pentágono, que transfiere equipo militar a las fuerzas del orden. El programa ha sido objeto de un mayor escrutinio por parte de los legisladores después de que las imágenes de Ferguson, Missouri, mostraran a agentes de la ley vestidos como soldados de combate, usando equipo militar para lidiar con los manifestantes. El programa del Pentágono tiene sus raíces en la guerra contra las drogas y fructificó a principios de los 90 cuando el gobierno de los EE. UU. militarizó su enfoque de la política contra las drogas. Apenas la semana pasada, los senadores celebraron una audiencia sobre el tema de la militarización en nuestra aplicación de la ley, donde criticaron el programa del Pentágono.
El proyecto de ley de Johnson y Labrador, la Ley Stop Militarizing Law Enforcement, ya ha recibido el apoyo de numerosos legisladores de ambos lados del pasillo. Este raro momento bipartidista es un reconocimiento de que la creciente militarización de las fuerzas del orden tiene que detenerse.
“A la luz de lo que todos vimos en Ferguson, Missouri, el pueblo estadounidense está pidiendo a gritos que las fuerzas del orden sean menos militarizadas. Las granadas, los drones y los tanques pueden pertenecer al campo de batalla; ciertamente no tienen un lugar en las calles de Estados Unidos”, dijo Michael Collins, Gerente de Políticas de la Oficina de Asuntos Nacionales de Drug Policy Alliance. “Tal militarización está indisolublemente ligada a la guerra contra las drogas, donde los equipos SWAT y las redadas sin aviso se han convertido en una parte rutinaria de los arrestos por drogas, incluso en el caso de delincuentes no violentos”.
El proyecto de ley aborda la militarización de las fuerzas del orden de las siguientes maneras:
El enorme problema de la militarización policial ha recibido una mayor atención debido a los acontecimientos de Ferguson, pero muchos han estado haciendo sonar la alarma durante años. El periodista Radley Balko ha señalado el nexo entre la guerra contra las drogas y la militarización policial en sus escritos, mientras que el informe de la ACLU de junio de 2014 sobre este tema señaló que entre 2011 y 2012, se desplegaron 62% de equipos SWAT para búsquedas de drogas.
“Esta legislación es un intento reflexivo de abordar un problema muy preocupante: la militarización de la aplicación de la ley”, continuó Collins. “El programa del Pentágono es altamente problemático porque se da un trato preferencial a aquellas fuerzas policiales que usan su equipo para combatir la guerra contra las drogas. Este proyecto de ley terminaría con eso y nos alejaría de un enfoque de mano dura en la política de drogas”, afirmó Collins.