La Encuesta Monitoreo del Futuro de 2010 se publicó hoy y encontró que el consumo de marihuana entre los estudiantes de secundaria aumentó levemente, con un 21,4 por ciento de los estudiantes del último año de secundaria consumiendo marihuana en el último mes. La encuesta consulta a 50.000 estudiantes de octavo, décimo y duodécimo grado sobre su uso de drogas y sus actitudes hacia las drogas ilícitas.
El zar antidrogas de la Casa Blanca, Gil Kerlikowske, atribuye el aumento de jóvenes que consumen marihuana a la disminución de la percepción del daño de la marihuana y que los adolescentes están empezando a pensar que la marihuana es un medicamento. “Si los jóvenes no perciben que la marihuana es peligrosa o preocupante, por lo general significa que habrá un aumento en la cantidad de niños que la consumen”, dijo Kerlikowske a ABC News Radio.
Bill Piper, director de asuntos nacionales de Drug Policy Alliance, emitió la siguiente declaración:
“Los que se oponen a cualquier cambio en las fallidas políticas de drogas de Estados Unidos siempre descartan el mito de que hablar de reformas envía un mensaje peligroso a los adolescentes. Quince estados (más Washington, DC) han legalizado la marihuana para uso médico y 13 estados han despenalizado la marihuana para uso personal. Décadas de investigación han demostrado consistentemente que las tasas de consumo de marihuana en esos estados aumentan y disminuyen aproximadamente al mismo ritmo que en otros estados.
La verdad es que las tasas de consumo de drogas fluctúan todo el tiempo y esta fluctuación rara vez tiene algo que ver con lo que debaten los políticos. Los estudios realizados en todo el mundo han descubierto que la relativa dureza de las leyes sobre drogas importa sorprendentemente poco. Después de todo, las tasas de uso de drogas ilegales en los Estados Unidos son más altas que las de Europa, a pesar de nuestras políticas más punitivas.
Mire la política de tabaco de EE.UU. Tanto el consumo de tabaco en adolescentes como en adultos está en mínimos históricos y lo estamos logrando sin criminalización ni arrestos masivos. Y debido a que es legal, el gobierno puede controlarlo, regularlo y gravarlo, a diferencia de la marihuana u otras drogas prohibidas.
EE. UU. realizó casi 860 000 arrestos por marihuana el año pasado, incluidos 760 000 arrestos por mera posesión, pero el consumo de marihuana entre adolescentes va en aumento. La moraleja de esta historia es que un enfoque de salud pública y una educación honesta sobre las drogas funcionan, y la criminalización no”.
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