Susan Ousterman: Perdà a mi hijo, Tyler, por un fentanilo y xilazina Sobredosis en octubre de 2020.
Mi hijo se habÃa vuelto dependiente de los opioides y buscó tratamiento y se enfrentó a barrera tras barrera del sistema, de las compañÃas de seguros, del sistema de justicia penal.
La primera vez que buscó tratamiento fue cuando me enteré de que consumÃa opioides. Finalmente encontró un centro de rehabilitación que estaba a 400 millas de distancia. Era el único que aceptaba su seguro en ese momento.
Empezamos a buscar un tratamiento por nuestra cuenta, pero mientras esperábamos, empezó a ponerse peor. Lo llevé en avión a un centro de rehabilitación que estaba a más de 640 kilómetros de distancia, y allà permaneció 30 dÃas. Allà le administraron la inyección de naltrexona. Pero cuando regresó a casa, el seguro no cubrÃa la inyección, asà que le recetaron pastillas. No se le daba muy bien tomar pastillas, asà que no le resultaron muy eficaces. Volvió a consumir.
Probablemente intentó acceder al tratamiento una docena de veces más a lo largo de los años. En esos programas rara vez le ofrecÃan medicación. No recibÃa ningún tipo de atención de salud mental que necesitaba. Por lo general, habÃa que esperar y no habÃa camas.
Una vez entró y no se encontraba muy bien, y le negaron el tratamiento porque su prueba de drogas dio negativo. HabÃa estado consumiendo fentanilo y no estaban haciendo pruebas para eso en ese momento. Entonces se fue y se consumió para poder dar positivo. Y tuvo una sobredosis en el vestÃbulo del centro de desintoxicación. Lo reanimaron y lo llevaron al hospital de al lado y nos llamaron. E incluso después de eso, no lo pusieron en una cama.
Eso fue bastante revelador.
Lo habÃan arrestado por posesión de una jeringa sin usar y lo pusieron en libertad condicional. Contrajo endocarditis por reutilizar jeringas.
QuerÃa usar cannabis medicinal para aliviar sus antojos. Asà que consiguió su tarjeta médica y fue muy efectiva. Le estaba ayudando mucho. Luego salió con un amigo y los detuvieron y él fue detenido porque tenÃa una orden de arresto pendiente por faltar a una cita de libertad condicional mientras se sometÃa a una cirugÃa a corazón abierto. Asà que estuvo encarcelado durante dos semanas.
Exigieron que lo llevaran a una casa de recuperación aprobada por el condado, que, por supuesto, no permitÃa el consumo de marihuana con fines terapéuticos en ese momento. Asà que fue allà y volvió a consumirla poco después.
No querÃa consumir. Realmente querÃa ayuda, asà que intentó ir a un centro de desintoxicación, pero nos enteramos de que le habÃan cancelado su Medicaid mientras estaba encarcelado. Asà que solicitó financiación del condado y se la denegaron por tener una tarjeta de cannabis medicinal. Terminó recibiendo una beca para un proveedor de tratamiento fraudulento porque nos permitieron pagar en efectivo, y murió una semana después.
Abogo por la reforma de la polÃtica de drogas porque no quiero que nadie más sienta el dolor que yo siento a diario.
Acerca de Susan Ousterman: En 2020, Susan perdió a su hijo Tyler por una sobredosis accidental de fentanilo y xilacina. Hoy, aboga fervientemente por un enfoque de salud pública para el consumo de drogas con el fin de prevenir las sobredosis, mejorar la salud y salvar vidas.