En Drug Policy Alliance, creemos que todos deberían tener acceso a un apoyo personalizado y efectivo para el tratamiento de la adicción.
Nuestro informe sobre el tratamiento de las drogas destaca por qué nuestros líderes electos deben invertir en el tratamiento voluntario en lugar del forzado.
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Servicios eficaces Deberían estar disponibles cuando y donde las personas estén listas para recibirlos, sin obstáculos como condiciones previas para obtener ayuda o costos inasequibles.
Lamentablemente, en lugar de abordar la necesidad de larga data de contar con opciones de tratamiento mejores y más accesibles, algunos líderes electos se centran en políticas que obligan a las personas a someterse a tratamiento.
El “tratamiento” forzado es rechazado por los investigadores científicos y sanitarios por ser ineficaz y perjudicial.
El tratamiento forzado a menudo obliga a la abstinencia, sin ofrecer opciones de tratamiento efectivas ni acceso a atención de seguimiento tras la liberación. Durante la detención, Es poco probable que las personas tengan acceso al tratamiento más eficaz, los medicamentos para el trastorno por consumo de opioides (MOUD, por sus siglas en inglés)., lo que redujo el riesgo de sobredosis a la mitad. Además, Es poco probable que las personas se conecten con los servicios dentro de sus comunidades después de su liberación.Cuando la tolerancia de una persona disminuye y no puede acceder a un tratamiento eficaz o a servicios de reducción de daños, su riesgo de sobredosis aumenta significativamente.
Además de aumentar el riesgo de muerte, el tratamiento forzado causa daños de muchas otras maneras:
Estas cuestiones resaltan la necesidad de un enfoque compasivo y equitativo para el tratamiento de las adicciones que mantenga la dignidad y la elección personal.
El tratamiento forzoso utiliza el mismo enfoque punitivo que la criminalización, pero replanteado como “bueno para” las personas que consumen drogas. Decenas de miles de personas en todo el país se ven obligadas a ingresar en cárceles o en condiciones similares a las de las prisiones, donde pierden su libertad y deben soportar métodos de tratamiento cuestionables. El tratamiento es atención médica, pero las personas no pueden curarse en condiciones carcelarias y sin la libertad de decidir lo que es mejor para sí mismas.
En países donde es común, como Estados Unidos, las investigaciones muestran sistemáticamente que el tratamiento forzado puede causar:
El tratamiento no es universal. Existen muchas opciones de tratamiento eficaces que, al acceder voluntariamente, favorecen activamente la recuperación.
Obligar a las personas que consumen sustancias a someterse a un tratamiento las despoja de su autonomía sobre sus propios cuerpos y vidas. Las personas que consumen drogas pueden y deben controlar sus propias decisiones de tratamiento, incluida la elección de no recibirlo y la opción de reducción de daños.
La Drug Policy Alliance está firme en su compromiso de garantizar que las personas tengan acceso al tratamiento que desean y necesitan, basado en la evidencia, la salud, la equidad y los derechos humanos.
Lea el informe: “El debate sobre el tratamiento de drogas: Por qué el tratamiento accesible y voluntario supera al forzado”.