Expertos médicos discutirán los aspectos legales, políticos y bioéticos del dolor en la Sociedad Médica de San Francisco Miércoles, 15 de enero de 2003, 5:30 a 7:30 p. m.

Presione soltar 14 de enero de 2003
Contacto con los medios

Steve Heilig al (415-561-0870) o Tony Newman al (510-812-3126)

Se estima que entre 30 y 50 millones de estadounidenses sufren de dolor crónico, que, según muestran las investigaciones, se trata muy poco. En la comunidad médica, el manejo del dolor requiere un delicado equilibrio entre el deseo de curar y la necesidad de trabajar dentro de parámetros legales difíciles. Este es uno de los problemas clínicos y éticos más graves de nuestro sistema sanitario.

OxyContin, un fármaco con propiedades similares a la morfina, es un ejemplo de medicamento recetado para el control del dolor que ha sido mal utilizado, lo que hace que sea más difícil de obtener para los pacientes que realmente necesitan cuidados paliativos. Los médicos se vuelven más cautelosos y cautelosos a la hora de recetar analgésicos efectivos por temor a que los medicamentos puedan ser mal utilizados y, como resultado, los pacientes sufren sin la atención adecuada.

El manejo del dolor, incluido el asociado con enfermedades terminales y el final de la vida, sigue siendo un tema médico, legal y político controvertido. La Sociedad Médica de San Francisco y la Drug Policy Alliance presentarán y discutirán estos temas en el foro “La política del dolor”. El foro es gratuito para el público.

QUÉ: LA POLÍTICA DEL DOLOR
CUÁNDO: 15 de enero de 2003, de 17:30 a 19:30
DÓNDE: Sociedad Médica de San Francisco
1409 Sutter Street (en Franklin,) San Francisco
OMS:

La falta de una amplia formación médica sobre el dolor y el miedo al abuso de medicamentos recetados se encuentra en el centro del tratamiento insuficiente del dolor. Tradicionalmente, la educación médica ha dedicado poco tiempo a abordar el dolor y su tratamiento. La especialidad del dolor es todavía un campo pequeño. Solo recientemente se reconoció el dolor como el “quinto” signo vital en los exámenes médicos.

Aunque los pacientes con dolor no tienen más probabilidades de volverse adictos que la población general, el miedo a la adicción y el estigma que rodea a los opiáceos, los analgésicos más seguros y efectivos, disuade a los médicos de prescribir y a los pacientes de usar tales drogas. Entender mal la diferencia entre tolerancia y adicción crea aún más el estigma en la mente del público. La atención de los medios dada a un pequeño número de abusadores y médicos que recetan en exceso también ha empañado la visión de los analgésicos opiáceos.

A young woman holds a sign that says "End the Drug War."

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